Mi primera vez

Mi primera vez

daviz

Nov 29, 2025

Quería escribir sobre mi primera vez.

Supongo que como todo el mundo, hubo nervios, vergüenza, torpeza, dudas y un “no sé si estoy preparado para esto”. No había velas, ni música suave, ni nada mínimamente romántico.

Había un portátil, un editor de código y yo sudando porque Flutter no dejaba de escupirme errores rojos en la pantalla.

Así fue mi primera vez creando un producto digital.

Lo confieso. Soy un programador frustrado.

He perdido la cuenta de las veces que he intentado aprender a programar… y de las veces que he terminado rindiéndome. Hubo un momento en el que coleccionar cursos de Udemy se convirtió casi en un hobby. Angular, React, Vue, Flutter… Supongo que tenía esa sensación de que “necesitaba saber programar” para poder crear algo.

Pero algo de todo es batiburrillo sirvió para algo.

Era 2020. Estábamos en plena pandemia mundial y acababa de terminar el curso de Flutter. Cada día leía en Twitter a un montón de indie hackers haciendo cosas (mención especial para Jacin, una de mis principales motivaciones con su build in public CheckMyPresets) y por fin decidí dejar la teoría y ponerme a hacer algo.

Así fue como nació Twiger. Una aplicación de iOS y Android que surgió de un problema que estaba sufriendo: quería reutilizar el contenido de Twitter en Instagram.

Lo único que hacía era coger una URL de un tweet y convertirlo en una imagen lista para compartir en Instagram Stories.

Construirlo fue toda una experiencia. Tuve que juntar todo lo que había aprendido de Flutter (o lo que recordaba), pelearme con la burocracia de subir apps a las tiendas, configurar pagos in-app con RevenueCat…

Durante su vida útil, la app generó (si no me falla la memoria) unos 300 € en compras in-app. No era para comprarse una casa, pero para mí fue mágica la sensación de que algo que había hecho yo estuviera resultando útil para otras personas… ¡Y pagaran por ello!

Pero duró lo que duró. Por cosas de la vida, dejé de tocar el código durante varios meses y, cuando quise volver, había olvidado casi todo lo que sabía de Flutter.

Intenté actualizarla… y cada intento era un incendio nuevo. Imposible mantenerla. Acabó muriendo por abandono técnico.

Mirándolo con perspectiva, Twiger fue exactamente lo que tenía que ser: torpe, breve, intensa y un poco desastrosa. Como casi todas las primeras veces.

Pero también fue la que me abrió la puerta a todo lo que vino después. Y con eso, sinceramente, me doy por satisfecho.